Disclosure: Este post está patrocinado por Disney. Todas las opiniones son mías.
Cuando yo era niña la mayor aspiración de las princesas era encontrar al príncipe azul y ser liberada de las garras de las malvadas brujas. La princesas de hoy regresan anillos de compromiso y dirigen los reinos de sus padres y ¿sabes qué? ¡Me encanta!
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar los Estudios de Disney en California. Recorrimos los edificios donde caricaturas como Bambi se crearon y vimos por fuera la que fuese la oficina de Walt Disney. Fue una hermosa experiencia, a mi me encanta todo lo que es de fantasía y siempre crecí pensando que Disney era el lugar más feliz de la tierra.
Te confieso algo… siempre soñé con algún día trabajar en Disney, inclusive aplique para trabajar durante mis segundo semestre de la universidad en uno de sus parques en Florida, no me importaba ser la que barriera el parque ¡Yo quería ser parte de la magia! Alboroté a mis amigos, fuimos a la entrevista, fui seleccionada y recibí todos los papeles. ¿Puedes creer que hace más de 17 años de eso y aún conservo la carta de aceptación? Desgraciadamente no pude irme pues la universidad no me daba el permiso debido a que apenas cursaba el segundo semestre. Es de las pocas cosas de mi “bucket list” que había dejado pendiente y que hoy con mucha felicidad le pongo su palomita de ¡Misión Cumplida! ahora si que a soñar en grande princesa! #DreamBigPrincess que nunca sabes cuando la vida te va a llevar a cumplir tus sueños.
Hace un par de meses #WeAllGrow Latina Network sacó una convocatoria para Storytellers, las personas serían seleccionadas por su equipo y el de Disney Princess, “Dream Big Princess”, quién hospiciaria ese segmento donde se eligen a 6 latinas para contar una historia de su vida.
Mi hermana Katy me llamó y me dijo “tienes que mandar tu historia”. La verdad, en el momento no me causó mucha gracia, ser Storyteller es abrir tu corazón, hablar sobre tus debilidades y exponerte al mundo. No estaba segura de quererlo hacer. Mi hermana siguió insistiendo y el día que cerraba la convocatoria, en el último momento, encendí el computador y comencé a grabar mi historia en un resumen de menos de minuto y medio que era lo que marcaban las reglas. Me persigné, lo mandé y esperé.
Fue mi regalo navideño saber que había sido elegida; había sido seleccionada junto con otras 5 brillantes latinas para contar mi historia en un escenario donde he visto desfilar gente a la que admiro y respeto, ¿te imaginas? Las personas encargadas de la campaña de Disney Princess “Dream Big, Princess” me habían escuchado y elegido mi historia entre la de muchas hispanas.
La verdad creo que estaba más aterrada que emocionada pero la asesoría que recibí de Kathy Cano Murillo (Crafty Chica). Me ayudó mucho a darle forma a mi charla y sentir la seguridad de subirme a un escenario a hablar sobre como mi mayor inseguridad llegó a convertirse en mi más grande ventaja. Aquí te comparto un poco de lo que hablé y el vídeo completo de mi conferencia lo podrás encontrar abajo.
Mi historia comienza cuando ingreso a la escuela primaria y comienzo a ser rechazada por mi apariencia física. Era demasiado alta para ser una niña de seis años, demasiado gorda para estar en el primer grado y muy lenta como para querer ser elegida por alguno de los equipo que jugaban a los encantados en el receso.
Sufrí de un intenso acoso durante mis años escolares; solían decirme que tenía nariz de marrano, que era muy burra y que cada vez que caminaba la tierra se movía porque estaba muy gorda, solo por mencionar algunos de los insultos que recibía diariamente.
Yo quería ser una niña inteligente, sacarme dieces como algunas compañeritas que eran bonitas, pequeñas y menuditas, para colmo de males fui diagnosticada con síndrome de hiperactividad e inatención lo que solo empeoró mi situación. Por lo alta siempre era enviada a sentarme hasta el final del salón lo que complicaba aún más mis problemas para concentrarme y aprender.
My mom always told me: you have to be intelligent for life, not for school. @lightysaludable #DreamBigPrincess #WeAllGrow
— #WeAllGrow Latina (@WeAllGrowLatina) March 5, 2017
Como en el tercer año de primaria decidí que no tenía más caso vivir. Recuerdo que todas las noches le rezaba a Dios que hiciera un milagro en mi que por favor me hiciera delgada y pequeña como mis compañeras. Muy pronto dejé de creer en los milagros, al despertarme seguía siendo la misma persona que mis compañeros despreciaban y que me habían enseñado a aborrecer. No quería ser yo, no quería vivir, no deseaba existir, no quería seguir siendo dañada a cada día que tenía que pisar la escuela.
Si algo me mantuvo viva a lo largo de tantos años fueron las palabras que desde niña mi madre me repetía: “Laura, tienes que ser inteligente para la vida, no para el escuela. Tú sólo pasa las materias, algún día vas a ser muy buena para algo” Y así fue… resulté ser inteligente para la vida.
Cursé la mayor parte de mis estudios universitarios con el 100% de beca por excelencia académica y al terminar gané una beca internacional de la Fundación Rotaria y fui enviada a estudiar un posgrado en periodismo en la universidad de Canterbury en Nueva Zelanda.
Cuando cumplí los treinta años me di cuenta que las metas profesionales que tenía ya las había logrado. Escribía una exitosa columna llamada Ruleta Urbana para la Organización Editorial Mexicana que se publicaba en varios periódicos de México, tenía un buen trabajo y mi libro había ganado un concurso para su publicación. Fue en ese momento en que dije “todo lo que realmente he querido en mi vida es ser como una de esas niñas de la escuela primaria, quiero ser delgada, quiero usar un bikini, quiero llegar a una tienda y poder comprar una talla de ropa normal”. Tomé una difícil decisión y renuncié a todo – a TODO – y me tomé un año sabático en el que exclusivamente me dediqué a mi persona. Encontré apoyo emocional, aprendí a cocinar y tras casi 15 meses logré finalmente mi meta. Había bajado 47 kilogramos, alrededor de 110 libras.
Tenía un cuerpo nuevo, por fin podía vercómo era yo sin todos esos kilos que me habían acompañado por toda mi vida. Fui tan feliz. Recuerdo ese Año Nuevo en que fui con mi familia a Cozumel y salí a correr en bikini por el malecón, no me importaron los pellejos consecuencia de la pérdida de peso. Me sentílibre, feliz, realizada. Finalmente era lo que siempre había deseado ser; una persona con un cuerpo normal a la que no estuvieran humillando por su aspecto físico. Si yo hubiera tomado la miseria de las otras personas y me hubiera creído lo que decían de mi no sería quién hoy soy. Al igual que Cenicienta, aunque las personas y circunstancias no parecen en un momento estar a favor, la perseverancia y fe siempre tienen una recompensa.
En ese proceso comencé con mi canal de YouTube Las Recetas de Laura donde compartía mi experiencia con las dietas, el peso, las emociones y enseñaba a mis seguidores las recetas con las que había logrado bajar. Logré mantenerme así por casi 5 años, pero he de aceptar que no podía comer más de 1200 calorías diarias porque inmediatamente veía las consecuencias en la báscula. Para mantenerme a demás de la estricta dieta tenía que hacer 2 horas de ejercicio diarias, incluidos sábados y domingo; mantenerme delgada era trabajo de tiempo completo, me tenía que dedicar totalmente a mi persona porque en cualquier descuido mi cuerpo reclamaba acumulando grasa.
Cuando mi marido y yo decidimos que queríamos ser padres, yo supe que eso implicaba que no sería más dueña de mi tiempo, que mi cuerpo dejaría de ser la prioridad. Tuve un hijo maravilloso al que amo profundamente y también tuve como 30 kilos de regreso (70 libras).
Mi lucha es diaria buscando las opciones más saludable, levantándome a las 5 am para cocinar el desayuno y lo que llevaré al trabajo. Se que no puedo comer fuera porque mi cuerpo reacciona diferente, mi metabolismo está siempre al acecho de lo que como.
Cuando volteo al pasado y veo toda mi historia y cómo comenzó todo este proceso me doy cuenta que soy una persona muy diferente. He logrado ir sanando las heridas que dejó mi niñez y he aprendido a amarme como soy.
Nunca imaginé que mi mayor inseguridad se fuera a convertir en mi mejor aliado. Si no fuese por las burlas que sufrí de niña y por mi lucha constante con el peso hoy no sería capaz de ayudar a más de 1 millón de personas que me siguen por redes sociales. Las Recetas de Laura se ha convertido en un apostolado que hacemos en familia para poder llevar salud a todos los hogares que estén buscando alimentarse sanamente y de forma natural.
Hoy me doy cuenta que al igual que Cenicienta soy persistente y no me rindo ante las dificultades de la vida, sigo de pie y sigo luchando, no sé si algún día volveré a ser talla 4 ó 8 pero en el camino por un peso saludable estoy y como Cenicienta te puedo decir que al final me quedé con el príncipe, me quedé con el castillo y cada día que Dios me da vida puedo decidir si deseo vivir feliz para siempre.

Gracias por aplaudirme de pie! no me di cuenta hasta que vi la fotografía
Gracias a Disney Princess “Dream Big, Princess” y al equipo de #WeAllGrow por esta maravillosa oportunidad de contar mi historia, de abrir mi corazón y mostrar públicamente cómo mi mayor inseguridad se ha convertido en mi mejor aliado.
¿Cuál es tu mayor inseguridad? ¿Cómo puedes transformarla?
Ver vídeo de mi historia
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Galería de Fotos
Los invito a escuchar las historias de mis amigas:
Vanessa Bell. La importancia de nuestras raíces.
Elayna Fernandez. Superar las adversidades y romper con el pasado.
Dora Stone. Como valorar prioridades y lograr tus sueños
Mariana Henning Du Bosq. El poder de la familia y defender las oportunidades
Camina Canaval. Como reinventarse
- Gracias por aplaudirme de pie! no me di cuenta hasta que vi la fotografía
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Muchas gracias por todo lo que aportas a mi vida asi me quiero como estoy pero tampoco me puedo descuidar mas que nada por salud siempre llena de complejos siempre soy la gorda de la foto la que se pone atras pero ya no ,,, tenenos que amarnos y respetarnos asi como estamos por que Dios es amor y nosotras tambien somos hermosas TE MANDO UN ABRAZO Y GRACIAS POR TODO LO QUE LE DAS A MI VIDA
Que bonito leer esas palabras Claudia gracias por escribirme eso me hace muy feliz poderlos ayudar con mi historia y hacerte saber que no esta sola en esta constante lucha por el sobrepeso, como dicen por ahí poquito a poquito se llega lejos, pero en lo que llegamos a la meta hay que amarnos como somos y como estamos, eso nos ayudara a seguir ahí.
Un abrazo muy fuerte y apretado <3
Hola Laura,
Ya me acordé de tí…ibas en la Salle unos años mas abajo que yo…y la verdad es que siempre pensé que eras una chava guerita de cara muy bonita.
Me da gusto que seas una mujer segura y exitosa, que hayas cumplido tus sueños y sobre todo que puedas ser este gran ejemplo para tanta niña que sufre de burlas y acoso.
Ojalá y tu testimonio cambie muchas vidas.
Felicidades una vez más.
Luly G.
Querida amiga, soy tu eterna fan. Me encanta tu historia, me encantan tus historias y todo lo que has logrado. Qué inspiración eres. te quiero mucho y te admiro más. Dios te bendiga y te de esa fuerza para seguir realizando tus sueños.
Me inspiraste! Mi hija esta viviendo algo parecido. Que lastima no te conoci en WAG. Me alegra hayas superado esta etapa. Lloré, mientras leia tu post. Gracias por compartir!